El discurso de odio incita a la violencia, menoscaba la diversidad y la cohesión social y pone en peligro los valores comunes y los principios que nos unen.
Promueve el racismo, la xenofobia y la misoginia, deshumaniza a las personas y las comunidades y perjudica seriamente nuestros esfuerzos por promover la paz y la seguridad, los derechos humanos y el desarrollo sostenible.
Las palabras pueden convertirse en armas y pueden causar daños físicos. La escalada que lleva del discurso de odio a la violencia desempeñó un papel importante en los crímenes más horribles y trágicos de la era moderna, desde el antisemitismo que impulsó el Holocausto hasta el genocidio co-metido contra los tutsis en Rwanda en 1994.
La Internet y los medios sociales han sobrealimentado el discurso de odio y permitido que se extienda, cual incendio arrasador, a través de las fronteras. La propagación del discurso de odio contra las minorías durante la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) es una prueba más de que muchas sociedades son muy vulnerables al estigma, la discriminación y las conspiraciones que promueve.
Ante esta amenaza creciente, hace tres años puse en marcha la Estrategia y Plan de Acción de las Naciones Unidas para la Lucha contra el Discurso de Odio, que proporciona un marco para el apoyo que prestamos a los Estados Miembros con el fin de contrarrestar ese flagelo, respetando al mismo tiempo la libertad de expresión y de opinión, en colaboración con la sociedad civil, los medios de comunicación, las empresas tecnológicas y las plataformas de medios sociales.
El año pasado, la Asamblea General en pleno aprobó una resolución en la que se pedía un diálogo interreligioso e intercultural para contrarrestar el discurso de odio y proclamó el Día Internacional que hoy celebramos por primera vez.
El discurso de odio constituye un peligro para todos, por lo que combatirlo ha de ser tarea de todos. Este primer Día Internacional para Contrarrestar el Discurso de Odio es un llamado a la acción. Comprometámonos una vez más a hacer todo lo posible para prevenir el discurso de odio y acabar con él, promoviendo el respeto a la diversidad y la inclusión.