Reconocer el pasado y reparar el presente para construir un futuro de dignidad y justicia

Un espacio de reflexión para impulsar la acción.
Cada año el mundo conmemora el Día Internacional en Recuerdo de las Víctimas de la Esclavitud y la Trata Transatlántica de Esclavos (25 de marzo) como un momento de reflexión y educación ante el racismo y discriminación que persiste en el mundo. Sumado a ello, en Honduras, que es hogar de dos pueblos afrodescendientes, el pueblo garífuna y el pueblo negro de habla inglesa, se celebra la herencia africana durante el mes de abril, y en este marco, se desarrolló el Foro “Reconocer el pasado. Reparar el Futuro. Construir un futuro de dignidad y justicia” en el Paraninfo Universitario en Tegucigalpa.
El Foro, dirigido a estudiantes universitarios, se realizó con el objetivo de generar un espacio de reflexión intergeneracional sobre la memoria histórica de la esclavitud, la herencia africana en Honduras y los desafíos actuales frente a la discriminación racial. El espacio fue realizado por Naciones Unidas en alianza con la Fototeca Nacional y el Centro de Arte y Cultura (CAC) de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

A pesar de los mitos que dicen lo contrario, las personas africanas esclavizadas enriquecieron a las Américas no sólo mediante su trabajo sino también mediante la transferencia de habilidades y conocimientos vitales. Además, en lugar de aceptar su destino, destacaron por su poderoso movimiento de resistencia.
“Nuestra historia como afrodescendientes comienza en los barcos, comienza con cadenas, en los campos y silos de despojo. Nosotros los afrodescendientes, somos descendientes de aquellas personas que sobrevivieron a la esclavitud”, comentó Ana Emilia Solís, Representante de OPS/OMS en Honduras en sus palabras de apertura del evento.
Ana Emilia Solis, Representante de OPS/OMS en Honduras, abrió el espacio de reflexión con sentidas palabras sobre su propia experiencia como mujer afrodescendiente en su país, los retos enfrentados y el camino que la llevó hasta donde está ahora. Su inspiradora comparecencia recalcó el orgullo en su descendencia, motivando a la audiencia a compartirlo. Asimismo, destacó el compromiso de Naciones Unidas en acompañar al país en superar los desafíos esturcturales que enfrenta su población afrodescendiente.
“Estoy contenta de vivir en un lugar donde puedo abrazar mi identidad con orgullo. En estos rizos hay historia. En el color de piel hay fuerza. En nuestra voz hay un camino. Tenemos que ser agentes multiplicadores, tenemos que escoger si queremos ser mentores u obstáculos”, agregó.
Reconocer el pasado permite reparar el presente.
Durante el diálogo intergeneracional, el artista plástico Cruz Bermúdez, junto a su esposa, María López, quien también es artista, expresó las dificultades de ser artista afrodescendiente y los retos que se suman a la estigmatización y discriminación que enfrentan fuera de su profesión. Además, se invitó a reflexionar sobre cómo el arte y la cultura son parte de la lucha contra las consecuencias del racismo.

“Los artistas a menudo se encuentran en el centro de esta lucha, combatiendo no sólo las luchas estructurales e históricas, sino también la represión de su expresión”, comentó el artista Cruz Bermúdez, quien además tiene una exposición de pintura en el espacio del evento que retrata el proceso de elaboración del casabe.
Por otro lado, las jóvenes Kyra Nelson y Dana Ruiz, representantes del pueblo negro de habla inglesa y pueblo garífuna respectivamente, y miembros de la Asociación de Estudiantes Afrodescendientes de la UNAH, recalcaron que la abolición del racismo y la discriminación es un proceso largo, pero que no por ello las poblaciones deben permitirlo, llamando a más jóvenes a tomar acción.
“Puede que el arte no cambie leyes, pero cambia mentes y corazones y desde ahí puede iniciar el cambio”, compartió Kyra Nelson.
En el lugar del evento se presentaron dos exposiciones artísticas con el fin de hacer justamente esa incidencia a través del arte. La primera una serie de pinturas que retratan a la población afrodescendiente y su cultura, con obras de Cruz Bermúdez y María López. La segunda, una serie de fotografías de Edmundo Lobo que retratan a la población garífuna. Ambas fueron recorridas por las y los participantes de este espacio de reflexión.
Patrimonio inmaterial de la humanidad
Por otra parte, el evento también destacó la reciente aprobación de la solicitud realizada por Honduras, Cuba y República Dominicana a la UNESCO para nombrar el casabe como patrimonio inmaterial de la humanidad.
El profesor de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras destacó esta declaración, no sólo como un reconocimiento a la cultura, sino la importancia de las medidas de salvaguarda que vienen con ella.
“Esta declaración de patrimonio inmaterial de la humanidad nos permitirá preservar, desarrollar y promover el conocimiento y las prácticas ancestrales de elaboración y consumo del casabe, pero también las condiciones que permiten preservar el casabe, y aquí hablo del territorio”, comentó el Dr. Santiago Ruiz, Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
Es aquí que convergen las diversas luchas que históricamente han enfrentado las poblaciones afrodescendientes. La preservación de la cultura es también la protección de los derechos humanos.
El casabe es un ejemplo claro de ello, pues se destaca cómo para poder elaborarlo se requiere contar con el acceso y protección del territorio de las poblaciones afrodescendientes, contar con acceso a educación, empleo y salud para proteger y dar oportunidad a las personas que lo elaboran y comercializan. Esto impulsará que este se mantenga vivo, pero también que de oportunidades dignas a las personas afrodescendientes.
Al cierre del evento, Magda Dolmo, en representación de la Coordinadora Nacional de Pueblos Originarios y Afro Descendiente (CONAPOA) de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) destacó que las poblaciones afrodescendientes se han conquistado espacios y logrado la visibilización, con ello inicia la ruptura del racismo, pero que siguen afrontando las consecuencias de este.
“El siguiente paso es ser protagonistas de nuestros procesos y dentro de este paso rechazar la instrumentalización de la cultura”, reflexionó la Licenciada Dolmo durante su mensaje de cierre. “Desde SEDESOL estamos liderando la construcción de una política integral para el desarrollo de los pueblos afrodescendientes donde uno de sus pilares es la defensa del territorio para asegurar que la población y su cultura, incluyendo el casabe, tenga el espacio que le corresponde”, concluyó.
Acompañando al país hacia un futuro con dignidad y justicia
Naciones Unidas reafirmó su compromiso reconociendo los invaluables aportaciones de las personas afrodescendientes a Honduras y el mundo, y reconociendo los desafíos que aún enfrentan en acceso a sus derechos, justicia y desarrollo.
“La UNESCO asume la responsabilidad de trabajar en conjunto para enaltecer la memoria histórica de la trata transatlántica de personas esclavizadas, superar las desigualdades y combatir el racismo estructural”, comentó Alexander Leicht, Director de la Oficina Regional de la UNESCO para América Central, México y Colombia, y Representante para Honduras.
En 2025 inició el Segundo Decenio Internacional de los Afrodescendientes, proclamado por la Asamblea General de Naciones Unidas, una oportunidad para tomar acción bajo los ejes de reconocimiento, justicia y desarrollo.
“Desde la ONU trabajamos para un desarrollo verdaderamente humano, donde afrodescendientes estén presentes y liderando los procesos. El racismo enferma, la exclusión mata”, comentó Ana Emilia Solis Representante de OPS/OMS.
Durante el 2024, Naciones Unidas contribuyó con diversos esfuerzos a estos ejes. Entre ellos destaca el apoyo al país en su avance hacia la protección de la propiedad colectiva y en el fortalecimiento de las garantías judiciales para las comunidades garífunas a causa de la creación de la Comisión Intersectorial de Alto Nivel para el Cumplimiento de las Sentencias Internacionales emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIANCSI). Esta ha sido establecida con el acompañamiento técnico de Naciones Unidas y en coordinación con OFRANEH, representando un paso importante hacia el cumplimiento de dichas sentencias. Esta comisión contribuirá al reconocimiento y la protección de los derechos del pueblo garífuna, facilitando su acceso a la justicia en condiciones de igualdad.
Paralelamente, se fortalecieron capacidades nacionales con la instalación de Mesas Técnicas y la formación de más de 290 personas, incluyendo funcionarios, operadores de justicia y lideresas indígenas, en Consulta Previa del Convenio 169 de la OIT, pluralismo jurídico y derechos colectivos.
Además, desde la OPS/OMS se impulsan los diálogos de los saberes, también llamados diálogos interculturales, son procesos de comunicación e intercambio entre personas, grupos o comunidades que provienen de diferentes orígenes o culturas. Su objetivo es, entre otros, mejorar el acceso a los servicios de salud y construir una salud intercultural, con énfasis en la resolución de problemas previamente planteados y sus causas, la comprensión mutua y la creación de vínculos sólidos.
Esto, expuesto en el Informe Anual de Resultados 2024 de Naciones Unidas, es muestra del compromiso compartido del Estado y la ONU en continuar trabajando por el pleno acceso a derechos de las poblaciones afrodescendientes y la eliminación de la discriminación y racismo.
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Este espacio fue posible gracias al Programa de Difusión sobre la Trata Transatlántica de Esclavos y la Esclavitud. Más información aquí >>
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