La COVID-19 es un claro recordatorio de cuán íntimamente conectados estamos... unos con otros y con la naturaleza.
Al trabajar para eliminar la pandemia y reconstruir mejor, se nos presenta una oportunidad única (y la responsabilidad) de corregir nuestra relación con el mundo de la naturaleza, incluidos los mares y océanos del mundo.
Dependemos de los océanos para la alimentación, los medios de vida, el transporte y el comercio.
Como pulmones del planeta y mayor sumidero de carbono, los océanos desempeñan un papel vital en la regulación del clima mundial.
Hoy en día, el nivel del mar está subiendo impulsado por el cambio climático y amenaza las vidas y los medios de subsistencia de las naciones de baja altitud y las ciudades y comunidades costeras de todo el mundo.
La acidez de los océanos está aumentando y pone en peligro la biodiversidad marina y las cadenas alimentarias esenciales.
Y la contaminación por residuos plásticos está en todas partes.
En este Día Mundial de los Océanos, hacemos hincapié en la innovación para un océano sostenible.
Alcanzar una mejor comprensión de los océanos es esencial para conservar las poblaciones de peces y descubrir nuevos productos y medicamentos.
El próximo Decenio de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible dará impulso y ofrecerá un marco de acción común.
Insto a los Gobiernos y a todas las partes interesadas a que se comprometan con la conservación y la sostenibilidad de los océanos mediante la innovación y la ciencia.